martes, 24 de enero de 2017

La Santería

  
   La santería o Regla de Osha-Ifá es un conjunto de sistemas religiosos que funden creencias católicas con la cultura tradicional yoruba. Es, por lo tanto, una creencia religiosa surgida de un sincretismo de elementos europeos y africanos.

   La Santería adora una fuerza central y creativa llamada Olodumare. De él procede todo lo que existe, y todo regresa a él. Olodumare se expresa a sí mismo en el mundo creado a través de Ashe. Ashe es la sangre de la vida cósmica, el poder de Olodumare hacia la vida, la fuerza y la justicia. Es una corriente divina que encuentra muchos canales de mayor o menor receptividad. Ashe es la base absoluta de la realidad.



   La religión yoruba tiene sus orígenes en la tribu Yoruba en el Oeste de África. Los Yorubas vivían en lo que se conoce hoy como Nigeria, a lo largo del Río Niger. Hubo un tiempo en el que tuvieron una poderosa y compleja estructura organizada en una serie de reinos, de los cuales el más importante era Benin, y éste duró por 12 siglos hasta el 1896. Su punto de referencia es la ciudad sagrada de Ifé.

   La Santería es la decana, heredera y seguidora de la cultura yoruba, ha enriquecido todos los preceptos de las doctrinas yorubas, es legado de la diáspora de los esclavos que llegaron desde Nigeria y por lo tanto del pueblo de Ife, a tierra cubana, según se describe en el libro editado en España por la editorial Esfera de los Libros, "El Gran Libro de la Santería" de Alejandro Eddy Delgado Torres, Prólogo de Alexis Valdés
(Párrafo tomado de  Wikipedia)

¿Quién es Oshun?

   Oshun es un Osha (Orisha) y está en el grupo de los Oshas de cabecera. Representa la intensidad de los sentimientos y la espiritualidad, la sensualidad humana y lo relativo a ella, la delicadeza, la finura, el amor y la feminidad. Es protectora de las gestantes y las parturientas; se representa como una mujer bella, alegre, sonriente pero interiormente es severa, sufrida y triste. Ella representa el rigor religioso y simboliza el castigo implacable. Es la única que llega a donde está Olofin para implorar por los seres de la tierra. En la naturaleza está simbolizada por los ríos. Es la apetebí de Orunmila. Está relacionada con las joyas, los adornos corporales y el dinero.

   En Nigeria es adorada en muchas partes de Yorubaland, aunque es en la ciudad de Osogbo, por donde pasa su río donde tiene la mayor cantidad de creyentes. El nombre Osogbo proviene de la unión de Oshun y Ogbo. Ella salvó a esta ciudad por eso su rey la llamó de esa manera. En África su mensajero es el cocodrilo. Sus seguidores llevan ofrendas al río y le piden sus favores.



   Oshun es la Orisha del agua dulce. Su nombre proviene del Yorùbá Osún. Salvó al mundo volando como un aura tiñosa (Ibú Kolé), especie de buitre. También habló con Olofin, cuando Olokun mando el diluvio. Fue Yemayá quien le dio la fortuna de que su casa fueran las aguas dulces. Pidió la intervención de las mujeres en el consejo de los Orishas.


   En el sincretismo se le compara con la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba. Su número es el 5 y sus múltiplos. Su color es el amarillo en todas sus tonalidades. Se saluda ¡Yalodde Yeyé Kari! ¡Yeyeo! ¡Omoriyeyeo!.

¿Quién es Elegua?

   Elegua es la protección primera, ya que es el quien abre los caminos para continuar en la religión. Los no iniciados o aleyos deben recibirlo o consagrarlo como primero. Es la vista que sigue un camino, se convierte en un guerrero temible y feroz cuando se une a Oggún y Oshosi, nada lo detiene. Elegua es uno de los primeros Oshas u Orishas que se recibe. Es un Osha del grupo de Orisha Oddé, a los que se le llama Los Guerreros. El es el primero de los guerreros junto a Oggún, Oshosi y Osun. En la naturaleza está simbolizado por las rocas. Eleguá vino al plano terrenal acompañando al Osha Obbatalá. Es considerado el mensajero fundamental de Olofin.

   Vive en la mayoría de los casos detrás de la puerta, cuidando el ilé de quien lo posee. Dueño absoluto de los caminos y el destino, es quien cierra o abre el astral para la felicidad o infelicidad de los seres humanos. Siempre se deebe contar con él para realizar cualquier cosa. Es el portero de la sabana y el monte.



   Es un Osha que se asienta, va a estera el día del itá de Osha y habla por el diloggún. El signo principal del Olosha está determinado por su conversación y la del ángel de la guarda. También es el intérprete principal de las letras del sistema del oráculo del diloggún y juega un rol fundamental en los subsistemas del oráculo de Biangue o Aditoto. Es entregado por Babaloshas e Iyaloshas. Ha sido el único que ha ido y regresado del mundo de Ará Onú. Ganó suficientes privilegios de parte de Olofin, Obbatala y Orunmila para ser el primero en ser atendido. Su mano de caracoles es la mayor, ya que consta de 21, estos son también el número de sus caminos. Le pertenece por excelencia junto a Obbatala el oráculo del coco (Obí).

   Su número es el 3, sus colores el rojo y el negro. El lunes y los días 3 de cada mes son sus días. En el sincretismo se compara con el Santo niño de Atocha (1ro de Enero). Su celebración es el 6 de Enero y el 13 de Junio.

Se saluda ¡Laroyé Elegua!

Los Paleros

   De los grupos africanos llegados a América para servir como esclavos, Los Congós o Paleros es uno de los más destacados, tienen mucha diferencia de los Yorubas y Ararás, pero también tienen como todos un denominador común y elementos asimilados unos de otros.

   Los Paleros proceden de la religión Bantú del Sur de África, que es más extensa del continente. Mientras los Yorubas llegaron a constituir un imperio con una unidad política y social, los Congós o Paleros quedaron con no pequeños reinos diseminados, cuya comunicación y relación entre si realizaron por medio de los grandes ríos africanos. 

   El trabajo fundamental del palero es con los espíritus de la luz llamados Nfumbes y los de la oscuridad denominados Ndokis. Los más pertinentes son los espíritus del muerto, de la Naturaleza, y los Nkitas que habitan las piedras, las plantas, los árboles, los animales, etc. Fundamentales son así mismo las entidades superiores de la fuerza de la Naturaleza, denominados Mpungos, que se manifiestan en el viento, el relámpago, el mar, etc.

   
   Este culto se expresa por vías de comunicación directa con los muertos; por tanto, es imprescindible la mediumnidad o posesión espiritual ya que se considera en esta Religión que todo lo que existe está animado por espíritus y el Palero debe ser capaz de convertirse en una puerta al plano espiritual para poder contactarlos para el progreso.

   El trabajo principal de los paleros es ajustar las fuerzas naturales a través de los espíritus. Esto es lograr amor, dinero, sabiduría, curar, vengarse de los enemigos, entre otras muchas cosas.

   Es falso asumir que el Palo es magia negra, porque el Palero puede elegir entre trabajar con espíritus de luz o espíritus oscuros. Las maldiciones no son prácticas comunes en el Palo. Su principal meta es de desarrollo espiritual así como de crecimiento de luz y progreso. El miedo natural ante lo desconocido, se ha utilizado para cultivar poder, asustar enemigos o lograr una reputación, estas son las causas de que el Palo se considere como algo maligno y el lado oscuro de la Santería. Los practicantes de la Regla de Osha-Ifá pueden estar rayados en Palo. Sin embargo, esta es una religión aparte de la Santería, aunque comparten muchos puntos en común.

   En su aspecto positivo es utilizado para cuidar, proteger, producir y prevenir. Sus agentes son los hechiceros y adivinos. Ellos fabrican, manipulan y administran esos remedios cargados de poder, como fetiches, amuletos, plumas, huesos, plantas, etc. En su aspecto negativo este poder destruye y devora la vida de sus víctimas.


   La práctica se realiza alrededor de la Nganga o Prenda que es un caldero consagrado lleno con elementos naturales, entre los que se encuentran rastros sagrados, piedra, tierra, yerbas, palos, rama, restos, etc. Estos elementos naturales creados por Dios se le dedican a un Mpungo, que una energía especifica espiritual al servicio de la humanidad.

Los Orishas

   Los Orishas son los emisarios de Olodumare, o Dios Omnipotente. Ellos gobiernan las fuerzas de la naturaleza y los asuntos de la humanidad. Se reconocen a sí mismos y son reconocidos a través de sus diferentes números y colores, los cuales son sus marcas, y cada uno tiene sus comidas favoritas y otras cosas que les gusta recibir en forma de ofrendas y regalos. En conformidad, sus seguidores hacen ofrendas en la forma a la cual ellos están acostumbrados, como siempre las han recibido, para que así ellos reconozcan sus ofrendas y vengan en su ayuda.

   Los Yorubas nombraron, identificaron y deificaron a las energías de la naturaleza y las llamaron Orishas, sin embargo, no obstante su diversidad de deidades, se puede considerar como una religión monoteísta, ya que consideran a Olodumare como Dios único y omnipotente. El panteón Yoruba cuenta con 401 deidades diferentes. La complejidad de su cosmología ha llevado a los estudiosos occidentales a comparar la sociedad Yoruba con la Grecia Antigua, sin embargo, existe una gran diferencia debido a que en la religión greco-latina su deidad principal tenía características afines con el Shangó Yoruba, que no llega a ser el Dios supremo.

   En sí los Oshas y los Orishas están relacionados a un área de la naturaleza con determinadas fuerzas místicas, al espíritu de un ancestro y a un individuo, todos los cuales reúnen el mismo concierto de características, matizándose lo místico con la naturaleza y lo humano. Esto resulta complejo para su comprensión porque para entender es menester ubicarnos en la óptica de Osha-Ifá como un sistema religioso diferente y único en el cual la naturaleza juega un rol vital.

Algunos Orishas: 
Guerreros
Eshu
Elegguá - San Antonio de Padua
Oggún - San Pedro
Oshosi - San Norberto
Osun - San Juan Bautista

De cabecera
Obbatalá - Virgen de las Mercedes
Oshún - Virgen de la Caridad
Shangó - Santa Bárbara
Yemayá - Virgen de Regla